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El duelo visto desde la viudez

Refugio Sánchez Ríos 1. Introducción Todos en algún momento de nuestras vidas hemos pasado la situación de tener una pérdida que nos lleva vivir el proceso del duelo. ¿Qué tipo de pérdida has experimentado? Quizás sea la muerte de un ser querido, la pérdida de la salud, la estabilidad financiera, en fin, pueden ser un listado de diferentes cosas que hemos perdido, o que quizás algún día se pierdan, pero, en este espacio, vamos a intentar reflexionar el duelo visto desde la viudez, inicio con un párrafo del pensamiento extraído del libro “La viudez de la A a la Z” de Lola Yanes de Vidal:

“¡Ha muerto! Y tu también quisiste morir. Creíste no tener fuerzas para ese heroico desprendimiento. Creíste no poder soportar ese apasionado dolor. Te sentías vacía. Creíste perder la Fe. Son muchos los problemas a resolver. Ser viuda es algo diferente. Necesitas tiempo para darte cuenta...”


¿Conoces alguna persona que esta pasando por la viudez o tu misma estas en esa circunstancia? ¿Cómo están o estas afrontando esta nueva realidad?

2. Conceptualizando el duelo y la viudez Los expertos (psicólogos y tanatólogos) coinciden que el duelo es un proceso psicológico y emocional ante la pérdida y consta de fases o etapas en el cual se lleva este proceso. Cuando hablamos de duelo se remite a nuestro ser el término de dolor, un dolor que no es físico, sino emocional; partiendo de esta conceptualización puedo decir, que, durante el duelo, en nuestra vida vamos adquiriendo un sinfín de heridas emocionales que nos llevan al dolor y por ende vivir el duelo, donde cada individuo lo vive de manera única y personal, y cada etapa o fase la recorre bajo sus propios criterios y tiempo. En lo que respecta a la viudez, podemos definir el duelo como la pérdida definitiva del cónyuge o del compañero o compañera sentimental, siendo este un tipo de duelo específico y complejo. Enfrentar la viudez es un proceso difícil y que implica un gran cambio en nuestras expectativas y nuestro estilo de vida. Cuando se vive en pareja, quiera uno o no quiera, siempre se piensa y se vive en términos “de dos”. De repente, eso termina.


Como en todo duelo, no solo cuenta la pérdida en sí misma, sino también las circunstancias en la que esta se produce. Un reto es enfrentar la viudez a los 35 años y otro muy diferente hacerlo a los 65. Así mismo, una cosa es perder definitivamente a la pareja después de un proceso de enfermedad y otra hacerlo cuando la muerte sobreviene de repente.


3. Como se desarrolla el duelo en la viudez Cuando el cónyuge o pareja muere, el mundo cambia súbitamente. Se está de luto y se siente dolor y pena por la pérdida. También se puede llegar a sentir, aturdido, agobiado y atemorizado. Se puede sentir culpable por ser quien todavía está vivo. En algún momento, es posible hasta sentir enojo con el cónyuge por haber muerto. Todos estos sentimientos son normales. No hay reglas sobre cómo debe sentir. No hay una forma correcta o incorrecta de estar de duelo.


Cuando se está sufriendo por una pérdida así, puede haber dolor físico y emocional: las situaciones más comunes que se manifiestan al inicio de la viudez son, problemas para conciliar el sueño, falta de apetito, problemas de concentración, aislamiento social, dificultad para tomar decisiones. Además de lidiar con los sentimientos de pérdida, también se tiene que poner en orden la propia vida. Esto puede ser una tarea dura. Algunas personas pueden sentirse mejor antes de lo que esperaban, mientras que otras pueden tomar más tiempo. Por lo tanto, la viudez suele ser calificada como uno de las situaciones más difíciles y estresantes en la vida de las personas y uno de los acontecimientos que va a demandar de los mayores esfuerzos en la ardua tarea de reconstruir la propia vida. 4. Consideraciones para el duelo en la viudez Aunque depende mucho de la personalidad, situación y gustos de cada persona, se pueden establecer una serie de pautas que se deben adoptar, así como algunas que debes evitar, para afrontar mejor la viudez y adaptarse a la nueva etapa de vida. Estos son algunos consejos que pueden ser de gran ayuda para adaptarse a una nueva vida y ayudar a afrontar mejor la viudez:

  • Fomentar tus creencias, ya que hay estudios que indican que las personas que tienen Fe en la existencia de Dios o de una vida después de la muerte, llevan mejor el duelo.


  • Fomentar el vínculo familiar ya que, se suele caer en el error de alejarse del núcleo familiar para evitar ser una carga, pero querer estar más cerca de ellos no significa sumar tareas a su día a día; todo lo contrario, se puede ser de gran ayuda, lo que no sólo mejorará el estado anímico, sino que se está más integrado en la familia.


  • Aunque no se deben conservar todos los objetos personales de la persona fallecida, sí se recomienda guardar algunos significativos que evoquen buenos recuerdos.

  • Elaborar un nuevo álbum de fotos con solo aquellas que te transmitan felicidad y despierten una sonrisa. También es de gran ayuda ver a la persona en vídeos; las primeras veces puede resultar muy emocionante, pero ayuda a mantener viva la imagen de la persona fallecida en la mente.



• Sin obligarse a nada, pero con el objetivo de encontrar nuevas aficiones y conocer a gente con intereses similares, se recomienda acudir a club sociales, a clases de ejercicio físico, baile, manualidades, idiomas, viajar en grupo...; son muchas las opciones para no estancarse en el pasado.



Por otra parte, no es recomendable en la viudez realizar estas acciones:

  • Recurrir a sustancias tóxicas para liberar la ansiedad, como el tabaco, el alcohol, y la toma de medicamentos. Hay estudios que muestran que aumenta el consumo de estas sustancias tras la muerte de la pareja, algo que solo consigue empeorar la situación.

  • Ocultar los sentimientos y no permitirse llorar, porque la represión de las emociones puede terminar por manifestarse de otra forma, como desarrollar una enfermedad física o psicológica.

  • Quedarse aislado en casa, pero tampoco huir de ella por miedo a los recuerdos. Se debe encontrar el término medio para conseguir disfrutar de los demás, pero también de uno mismo y de su hogar.


  • Guardar todos los objetos personales y ropa de la persona fallecida, porque impide la adaptación adecuada a la nueva situación en casa.

  • 5. Conclusiones Reflexionar el duelo desde la viudez nos lleva a percibir la pérdida como un cambio que puede ser o no radical, que puede permitir ver la vida desde otro ángulo, desde el vacío que deja el amor conyugal, una vida que inicio de dos y que se fusionó en un solo cuerpo y una sola alma para formar una vida juntos y que la muerte cambió y proporcionó un nuevo significado a la vida. Como reflexión final, tomado del del pensamiento extraído del libro “La viudez de la A a la Z” de Lola Yanes de Vidal: Así como cuando él estuvo de viaje tu amor no desaparecía, hoy, durante esta ausencia tampoco desaparece tu amor. Pero es cierto que ya no tienes esas realidades sensibles y tu amor esta desprovisto de egoísmo, de susceptibilidades. Es necesario ahora que conquistes una presencia más íntima, más profunda, más fuerte. El amor es más fuerte que la muerte.”


Ahora, ¿cómo percibes el duelo desde la viudez?




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