Queridas Amsifas:
Les saludo desde el silencio de mi oficina y pensando en cada una de ustedes: gracias a las redes sociales, podemos constatar, por las imágenes que cada Regional publica su generosa entrega, la alegría con la que cada una de ustedes se esfuerza por ser fiel al Carisma de AMSIF expresado en nuestra Carta de Identidad. En las distintas reuniones que el Consejo Internacional tenemos, se expresa la pasión, el amor y la fidelidad al carisma en la planeación cuidadosa de cada una de las actividades.
Si queridas Amsifas: Mucho trabajo y no estamos exentos de caer en el activismo y querer tirar la toalla, como solemos decir coloquialmente. Leyendo un bello libro que llego a mis manos “PARA LA ETERNIDAD” cuyo autor es el Cardenal Sarah cita en el capítulo IX “VOLVER A NUESTRO SITIO” un fragmento de la novela “diario de un cura rural” consejos del anciano cura de Torcy a su joven colega: “en cuanto a la vida interior amigo mío, me temo que ocurre lo mismo. No rezas lo suficiente. Sufres más de los que rezas, eso es lo que creo. Tenemos que alimentarnos en la medida de lo que gastamos y la oración tiene que ser proporcional a lo que sufrimos”
Queridas Amsifas si, hoy quiero invitarles a fortalecer nuestra oración: Todo apostolado, toda obra buena, todo programa, toda responsabilidad asumida con generosidad, los pocos o muchos años perteneciendo a AMSIF solo tienen sentido y trascendencia en la medida que están sustentados, alimentados e iluminados por los largos o breves momentos de dialogo con Dios.
“¡Si no puedes rezar, INSISTE! Escúchame: a mí también me ha costado, el diablo me inspiraba tal horror a la oración, que rezaba el Rosario sudando la gota gorda, ¿sabes? ¡Intenta entenderlo!” le dice el Anciano sacerdote al joven colega.
Hoy, además de saludarte, agradecer tu pertenencia, tu permanencia y tu perseverancia en AMSIF, quiero pedirte: REZA.
Que nuestra oración sea proporcional a nuestra apretada agenda.