Querida familia Amsif:
Como todos los años, unámonos a las intenciones del Santo Padre, confiadas al Apostolado de la Oración, y que en este año nos llama a la solidaridad, al amor, la comprensión, a la oración.
En sus intenciones, el Santo Padre nos hace énfasis en la unidad entre todos los hombres como una misma familia; a la oración por las vocaciones, orando por los candidatos a las Sagradas Ordenes y a los ministros ordenados.
Nos pide orar para que la institución matrimonial sea reconocida como la célula fundamental dela sociedad humana; que todo cristiano de testimonio del amor de Dios en todas partes y del conocimiento de los dones del amor de Dios al hombre como son la época de la infancia y de la ancianidad.
Miércoles de Ceniza, comienza la Cuaresma. Uno de los cuatro tiempos fuertes del año; tiempo de preparación para la Pascua. Deseo invitarlas a que vivamos este año buscando y llevando a otros el rostro de Cristo real y verdaderamente presente en el Misterio Eucarístico.
Que la Eucaristía, sacrificio de la Nueva Alianza, que nos alimenta en nuestro peregrinar, sea la que nos sostenga en las luces y sombras del propio existir y en la común unión con nuestros semejantes, con la Iglesia y el mundo.
Eucaristía, que es exigencia de compartir, de una vida de entrega a los demás, sobre todo a favor de los más necesitados. La Eucaristía, fuente de Evangelización que nos llama a continuar la misión de Jesús, recordando las palabras de San Pablo: “Ay de mi si no evangelizara!” Siempre encomendándonos nuestra Madre María, “Estrella de la Evangelización”.
El Pueblo de México, que aspira a vivir y crecer y está en constante riesgo de caer en la confusión y la dispersión.
Nuestros obispos se han comprometido entre otras cosas, a promover una mayor conciencia de los fieles laicos sobre la necesidad de un encuentro personal con Jesucristo que los lleve a una conversión efectiva y a vivir su lugar en la Iglesia y en el mundo, pues sin la acción de los laicos el país no se puede levantar, ni caminar.
Defender la sacralidad de la vida desde su inicio en el seno materno hasta su término natural y defender también el plan de Dios sobre el matrimonio y la familia, asimismo con los legisladores.
Acompañar evangélicamente a sectores sociales en situación de injusticia, en particular a niños, mujeres, campesinos, subempleados y migrantes, para ayudarles a quitarse las vendas las cadenas, y así, puedan caminar por sí mismos. AMSIF debe estar muy presente, activa, comprometida, unida a sus Pastores.
Para ello también es urgente que estemos más presentes en la Pastoral de la Familia. La familia continua siendo atacada, necesitamos luchar porque la unión matrimonial recobre el valor con el que fue fundada por el mismo Jesús, la familia, cuyo término hay quien pretende sustituir por “familias” con todas las implicaciones que esto conlleva.
Amigas, cada vez es más urgente prepararnos, estar “con las lámparas encendidas”, con los corazones de carne, con la mente despierta para defenderla de tantas acechanzas del enemigo que sabe que si hiere o lastima a la familia, destruye lo más sagrado de la humanidad.
Las abraza,
Carmelita
Enero-Febrero 2004