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La tía Sara


La tía Sara tenía muchos problemas. Había estado ganando peso y perdiendo pelo. No dormía, se mordía las uñas y rechinaba los dientes. Era irritable, gruñona y amargada. Hasta que un día, de pronto, ella cambió. La situación estaba igual, pero ella era distinta. "Vieja-dijo su marido- llevo tres meses buscando trabajo y no he encontrado nada, voy a echarme unas cheves con los amigos." -Ah, okey.-Contestaba la tía. -Ya encontrarás. "Mamá -dijo el primo- troné todas las materias en la facultad." -Ah, okey. -Respondió la tía. -Ya te recuperarás y si no pues repites el semestre. Pero te lo pagas tú. "Mamá- dijo la prima- Choqué el carro." -Ah, okey. -Suspiró la tía. -llévalo al taller, busca como pagar y por lo pronto muévete en camión. "Nuera- llegó diciendo su suegra, que siempre la fustigaba, con veliz en mano, -vengo a pasar unos meses con ustedes." -Ah, okey. -dijo la tía. -Acomódese en el sillón y agarre unas cobijas del clóset de blancos. Todos se reunieron preocupados al ver estas "no reacciones" de la tía Sara. Sospechaban que hubiera ido al médico para que le recetara unas pastillas de Valemadrina de 1000 mgs. Seguramente también estaría ingiriendo una sobredosis!!! Pensaron. Entonces propusieron hacer una "intervención" a la tía para alejarla de cualquier posible adicción que tuviera hacia algún medicamento que según ellos hubiera cambiado su “escencia”.


Pero cual fue su sorpresa, que cuando se reunieron en torno a ella, la tía Sara explicó: "Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que cada quien es responsable de su vida, me tomó años descubrir que mi angustia, mi mortificación, mi depresión, mi coraje, mi insomnio y mi estrés, no solo no resolvían sus problemas sino que agravaban los míos. Yo no soy responsable de las acciones de los demás, pero sí soy responsable de las reacciones que yo exprese ante eso. Ahora lo sé. Por lo tanto, llegué a la conclusión de que mi deber para conmigo misma es mantener la calma y dejar que cada quien resuelva lo que le corresponde. He tomado infinidad de cursos, de Milagros, de Desarrollo Humano, de Higiene Mental y de Programación Neurolingüística, en ellos hay un común denominador, finalmente todos conducen al mismo punto: Que yo solo puedo tener injerencia sobre misma, ustedes tienen todos los recursos necesarios para resolver su propia vida. Yo solo podré darles mi consejo si acaso me lo pidieran y de ustedes depende seguirlo o no.

Así que de hoy en adelante, yo dejo de ser: el receptáculo de sus responsabilidades, el costal de sus culpas, la lavandera de sus remordimientos, la abogada de sus faltas, la depositaria de sus deberes o su llanta de refacción para cumplir sus responsabilidades. A partir de ya, los declaro, adultos independientes y autosuficientes." Ante estos señalamientos TODOS se quedaron mudos. Ese día la familia comenzó a funcionar mejor... Cuando mamá está bien, todos esta bien. Cuando esta historia llego a mis manos, pensé: mmmm yo creo que la Tia Sara fue a algún Centro AMSIF!!! Y de inmediato me pregunte: En algún momento he sido como la Tia Sara?; Cuántas mujeres hay en el mundo como ella?. Sin lugar a duda la respuesta fue afirmativa, Sí, yo fui como ella, y sí, hay muchas mujeres que fueron, o son como ella.


Al voltear y ver mi presente, agradezco a Dios la enorme oportunidad que tuve hace 9 años de que AMSIF llegara a mi Vida, sin temor a equivocarme considero que desde hace 48 años, cuando Carmelita Villaseñor y Mariza Arroyo, pusieron en marcha este apostolado, se han transformado muchas Vidas, la tuya, la mía, y la de tantas otras; podemos decir que en los hogares que tienen el privilegio de contar con una mujer AMSIFA, tienen una enorme bendición.


Hoy queridas AMSIFAS, animadoras, participantes las invito a que esa bendición la den a conocer, y si ya lo han hablado, ahora que se escuche mas fuerte; el llegar a este apostolado nos brinda a las mujeres la enorme posibilidad de sacar lo mejor de nosotras mismas, de tener una Familia funcional y tal como lo dice nuestra CARTA DE IDENTIDAD, AMSIF provoca la Liberación de la mujer y con ello de la familia, como movimiento de esperanza acogiendo sus necesidades, tomando en cuenta una realidad histórica, y los signos de los tiempos para lograr su superación. Hoy por hoy una enorme ORGULLO el poder decir:

GRACIAS A DIOS SOY AMSIFA EN CUERPO, MENTE Y CORAZON!


Y como en casa de la Tia Sara: Cuando mama esta bien, todos están bien!!!!

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